La Octava Sinfoníade Gustav Mahler no es una obra que se pueda solamente escuchar. Hay que verla al mismo tiempo que se está interpretando. Porque su sobrecogedora monumentalidad tiene sus momentos (el Veni Creator o el finale), pero entre ambos extremos fluye un largo discurso en el que "Los Mil" se dividen en pequeños grupos instrumentales y vocales casi camerísticos que se van moviendo musicalmente por la escena según un juego de timbres perfectamente establecido. Es la única sinfonía de Mahler que fue un éxito el día del estreno. Pocos meses después moría el compositor.
The Eighth Symphony of Gustav Mahleris not a work that can beonly listen. It must be seen while is being performed. Because their overwhelming monumentality has its moments (the Veni Creator or the finale), but in between runs a discourse in which "The Thousand" are divided into small instrumental and vocal groups, almost chamber groups, that are musicallymoving inside the scene as a set of clearly established timbres. This is the only Mahler’s symphony that was a success when premiered. A few months latter the composer died.
Versión:
Heather Harper (soprano), Lucia Pop (soprano), Arleen Auger (soprano), Yvonne Milton (contralto), Helen Watts (contralto), René Kollo (tenor), John Shirley-Quirk (barítono), Martti Talvela (bajo).
Coro de la Ópera de Viena, Wiener Singverein y Wiener Sängerknaben
Orquesta Sinfónica de Chicago
Dir. Sir Georg Solti
Catálogo: Decca SETS 34-5
Edición: 1972